Llegó un momento crucial en mi vida en el que no sabía si reír o llorar, ya que él se alejó de mí y yo no pude levantar un muro para protegerme de necesitarle.
Pensar en él me mata de soledad. No se te olvida con facilidad la cara de la persona que era tu última esperanza para seguir viviendo.
Odio quererte.
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